10 de mayo de 2020
1330 • AÑO XXVIII

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En horario de mañana y tarde

La diócesis ofrece un servicio telemático
de acompañamiento en el duelo durante el estado de alarma

Mientras dure el presente estado de alarma la diócesis ofrecerá un servicio telemático de acompañamiento en el duelo, pensado para todas aquellas personas que estén enfrentando algún proceso de pérdida. El teléfono de atención es el 682478600 y estará disponible en horario lunes a viernes de 10 a 14 horas por la mañana y de 16 a 20 horas por la tarde.

Además del confinamiento, si algo puede estar afectando de manera dramática a los ciudadanos en este tiempo de pandemia es el problema del dolor que acompaña a la pérdida de algún ser querido.

En Granada son ya más de 260 los casos de muertes por la infección del Covid-19. A ello se suman todos los fallecidos por otras causas que desaparecen dramáticamente sin que sus seres queridos tengan la ocasión de despedirse en los tiempos y formas habituales.

Después de recibir varias peticiones de ayuda, la diócesis de Granada, a través de la Pastoral Familiar, ha puesto a disposición de todos este servicio telemático específico de acompañamiento en el duelo.

Este servicio es posible gracias a la labor desinteresada de una decena de orientadores, formados específicamente en el arte del acompañamiento y la escucha, que se han ofrecido para dar su tiempo y experiencia a todo aquel que lo requiera.

PERMITIRSE SER ESCUCHADO
Manuel Gavilán es uno de los coach profesionales que colaboran gratuitamente desde esta semana para acompañar en el duelo a todas aquellas personas que se hayan visto afectadas por alguna pérdida.

Según este orientador especializado en la técnica de la escucha, son distintos los casos y necesidades que surgen ahora, pues a veces la pérdida de un negocio, con el cual se tenía una vinculación emocional, también puede suponer un duelo para la persona.

La labor de acompañamiento que se ofrece telemáticamente permite iniciar ese proceso de acompañamiento en dolores que pueden estar enquistándose por no saber bien cómo enfrentarlo. “Tengo la percepción de que lo que suele suceder es que la mente empieza a adueñarse de nosotros y nos sabotea con bastante frecuencia. Entonces no es tanto que a uno le dé miedo enfrentarse a su dolor, sino que la mente no te permite adueñarte de la respuesta”, dice este orientador.

Todos estos orientadores estarán disponibles para poder atender la enorme necesidad de atención y ayuda que pueden estar requiriendo las personas ante estas circunstancias excepcionales.

Ignacio Álvarez