10 de mayo de 2020
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Crisis sanitaria global

Manos Unidas lanza una campaña de emergencia por el coronavirus


Para atender necesidades sanitarias, de alimentación y de prevención, entre otras.

Con motivo de la crisis del coronavirus, Manos Unidas ha abierto una cuenta de emergencia para responder a las peticiones de ayuda que está recibiendo desde muchos de los casi 60 países en los que trabaja.  

La ONG de la Iglesia católica ha destinado ya más de 700.000 euros de sus fondos a proyectos tendentes a paliar las consecuencias que la pandemia de coronavirus está teniendo entre los más desfavorecidos.

“Manos Unidas, que lleva más de 60 años luchando contra el hambre y la pobreza en el mundo, trabaja ahora para dar respuesta a una emergencia que está haciendo que las cifras del hambre y la malnutrición se incrementen de manera alarmante”, asegura Clara Pardo, presidenta de Manos Unidas. “Pero, para evitar este drama, se necesita una respuesta a gran escala, en la que se impliquen los Estados de forma generosa y contundente", explica Pardo. 

Si algo hemos aprendido en esta crisis, es que es una crisis global que no entiende de fronteras ni de riquezas y que la vulnerabilidad de unos es la vulnerabilidad de todos.

 

Clara Pardo, apela “a la generosidad de los españoles que, como siempre, en esta crisis están demostrando una enorme solidaridad con los que más sufren. Y pedimos que esa solidaridad se haga extensible más allá de nuestras fronteras. Solo así podremos vencer esta pandemia”.

“Las peticiones que estamos recibiendo son muy numerosas y necesitamos dar respuesta con urgencia a estas llamadas de socorro, porque detrás de este sufrimiento, de esta pobreza, de este hambre y de esta angustia, hay personas, mujeres, hombres, niños, ancianos, con el mismo derecho a la vida que tenemos todos nosotros”, explica Pardo.

La presidenta de Manos Unidas señala que “el coronavirus acaba de ‘asomar la cabeza’ en estos países, lo ha dicho recientemente la OMS, que no deja de alertar sobre los estragos que esta pandemia va a causar entre los más vulnerables si no se actúa con prontitud y solidaridad. Estas personas, que viven al día y cuyos ingresos dependen de lo que obtienen de sus empleos precarios o de lo que consiguen vender en los mercados, se han visto, de la noche a la mañana, encerrados en sus viviendas sin posibilidad de trabajar para poder sobrevivir”, asegura la presidenta de Manos Unidas.

Además, sobre todo en África, la Organización está haciendo un esfuerzo para dotar de material a los hospitales en países en los que los sistemas de salud son más que precarios. La debilidad de los sistemas sanitarios es otra de las vulnerabilidades a las que intentamos hacer frente.

Manos Unidas es consciente de que esta crisis, que, por ahora, ha afectado con mayor virulencia a los países económicamente más desarrollados, va a suponer una verdadera catástrofe en los lugares en los que trabaja.

CÓMO COLABORAR:
- Cuenta de emergencia: ES42 0049 6791 7420 1600 0102
- Bizum: 33439
- Teléfono: 900 811 888


Coronavirus en los slum: atrapados, hambrientos y vulnerables

El coronavirus atrapa en las barriadas a los más vulnerables entre los vulnerables.

Desde el comienzo de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, millones de personas se enfrentan diariamente al desafío de poder vivir. Las medidas impuestas por los distintos países para evitar la propagación del virus están afectando especialmente a los colectivos de población más vulnerables, para quienes esta emergencia está agravando de forma importante sus ya de por sí difíciles condiciones de vida.

Entre esos grupos de población, vulnerables entre los más vulnerables, se encuentran los habitantes de los slums; las grandes barriadas que crecen sin orden ni concierto en torno a muchas ciudades de los países más empobrecidos del mundo. En ellos se hacinan millones de personas que, en su mayoría, provienen de zonas rurales y que migraron a las ciudades en busca de un futuro que el campo les negaba.

Según ONU Habitat, en estos asentamientos informales y barrios marginales viven alrededor de mil millones de personas que, diariamente, se enfrentan a graves carencias de agua, saneamiento, gestión de residuos o asistencia médica, entre otros.

Las medidas de confinamiento decretadas por los Gobiernos de la mayor parte de los países, han atrapado en estas barridas a millones de personas, a las que se impide salir a buscar el sustento diario, por lo que el hambre y la violencia empiezan a dejarse sentir en las calles y callejones. Además, la escasa superficie de las viviendas de estas áreas, habitáculos de 20 o 25 metros cuadrados en los que pueden habitar hasta 10 personas, dificultan sobremanera la posibilidad de guardar las distancias de seguridad recomendadas o que las personas puedan permanecer en sus casas.

A Manos Unidas, que trabaja en muchas de estas barriadas en distintos países de África, Asia y América Latina, y que está en contacto permanente con sus socios locales para intentar dar respuesta a las peticiones urgentes, llegan diariamente testimonios acerca del enorme desafío que supone, en estos momentos, vivir en un slum.