5 al 12 de abril de 2020
Semana Santa

1326 • AÑO XXVIII

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Itinerario de San Juan Pablo II

Vía crucis virtual, para rezar desde casa esta Semana Santa

Estación VII. Jesús carga con la cruz. Cuadro de Constanza L. Schlichting

Con los cuadros de la artista Constanza López Schlichting y los textos de san Juan Pablo II de 2002 y 2004 en el Coliseo, podrá rezarse a través de internet, en www.vatelevision.com (Virgen de las Angustias Televisión), de la Delegación de Medios de Comunicación del Arzobispado de Granada.

El confinamiento decretado con motivo de la alerta sanitaria por el coronavirus ha impedido que el vía crucis de la artista Constanza López Schlichting que iba a ofrecerse de forma permanente en la capilla San Juan Pablo II del Centro de Estudios Superiores La Inmaculada pueda visitarse y ser rezado allí. Pero sólo de forma presencial, porque, con motivo de la Semana Santa, este vía crucis puede rezarse a través de los medios de comunicación telemáticos de la Diócesis de Granada.

Y es que la televisión diocesana por internet Virgen de las Angustias Televisión (www.vatelevision.com), de la Delegación de Medios de Comunicación Social del Arzobispado, ha preparado en formato video las 14 estaciones de este vía crucis, con los cuadros de la artista y los textos de san Juan Pablo II seleccionados para acompañar cada estación. Un vía crucis virtual que se propone para rezar con él especialmente esta Semana Santa 2020.

Constanza López Schlichting realizó los cuadros movida por el deseo de hablar de un Hombre, es decir, de Cristo, a partir de la experiencia dramática vivida en Madrid de los atentados del 11-M. “Entonces, empezó a surgir en mi el deseo de hablar de ese Hombre”, señala. Este ímpetu interior se fue materializando en 14 maderas con sus pinturas, recorriendo el camino de la cruz de Cristo, que acompañó en sus meditaciones con los textos de san Juan Pablo II en los vía crucis de los años 2002 y 2004 en el Coliseo. “Siempre ha sido mi mayor satisfacción transmitir belleza, pero que la gente pueda rezar con mi pintura es algo precioso, es un regalo”, afirma.

Inspirada en la película La Pasión, de Mel Gibson, Constanza López Schlichting pintó las escenas de forma aleatoria, con un color dominante en cada una de ellas y dedicando el tiempo necesario para expresar la fuerza humana de cada estación, constituyendo cada una de ellas “un cuadro por sí mismo”.

Paqui Pallarés


I ESTACIÓN - Jesús en el Huerto de los Olivos

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

 "Llegan a un huerto, que llaman Getsemaní, y dice a sus discípulos: 'Sentaos aquí mientras voy a orar'. Se lleva consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, empezó a sentir espanto y angustia, y les dice: 'Mi alma está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad'. Y, adelantándose un poco, cayó en tierra y rogaba que, si era posible, se alejase de él aquella hora; y decía: '¡Abba!, Padre*: tú lo puedes todo, aparta de mí este cáliz. Pero no sea como yo quiero, sino como tú quieres'”. (Mc 14, 32-36)

Oración:

“Jesús, tú, que has entrado en Getsemaní lleno de angustia y has salido con el ánimo decidido y apaciguado, conforta a quien gime en el temor o es atenazado por la duda. Tú, que has experimentado nuestra debilidad, concede fortaleza y esperanza a todos los desesperados de la tierra. Tú, que caminas cada día al lado de los oprimidos por las cargas de la vida, permanece a nuestro lado, paso tras paso.

A ti, Jesús, postrado en tierra, el rostro bañado de sangre, el honor y la gloria con el Padre y con el Espíritu, por los siglos de los siglos”.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

II ESTACIÓN - Jesús es traicionado por Judas y arrestado

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

“Todavía estaba hablando, cuando se presenta Judas, uno de los Doce, y con él gente con espadas y palos, mandada por los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos. El traidor les había dado una contraseña, diciéndoles: 'Al que yo bese, es él: prendedlo y conducidlo bien sujeto'. Y en cuanto llegó, acercándosele le dice: '¡Rabbí!'. Y lo besó. Ellos le echaron mano y lo prendieron". (Mc 14, 43-46)

 Oración:

Jesús, amigo de los hombres, tú has  venido a la tierra y has tomado nuestra carne, para ofrecer tu solidaridad a tus hermanos y hermanas de la humanidad. Jesús dulce y humilde de corazón, tú das alivio a cuantos sufren bajo el peso de sus cargas (Mt 11, 28-29); sin embargo, el ofrecimiento de tu amor ha sido a menudo rechazado. Incluso entre los que te acogieron ha habido quien te ha renegado, quien ha traicionado el compromiso adquirido. Pero tú no has dejado nunca de amarlos, hasta el punto de dejar a todo los demás para ir en su busca, con la esperanza de hacerlos volver contigo, cargándolos sobre tus hombros (Lc 15, 5) o apoyados en tu pecho (Jn 13, 25). Jesús, tú sigues amando a quien rechaza tu amor e incansablemente buscas a quien te traiciona y abandona.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

III ESTACIÓN - Jesús es traicionado por Judas y arrestado

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno buscaban un testimonio contra Jesús, para condenarlo a muerte; y no lo encontraban… El sumo sacerdote, levantándose y poniéndose en el centro, preguntó a Jesús: '¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que presentan contra ti?'. Pero él callaba, sin dar respuesta. De nuevo le preguntó el sumo sacerdote: '¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito?'. Jesús contestó: 'Yo soy. Y veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poder y que viene entre las nubes del cielo'… 'Habéis oído la blasfemia. ¿Qué os parece?'. Y todos lo  eclararon reo de muerte. (Mc 14, 55. 60-62. 64)

Oración:

Jesús, basta que tú digas “Yo soy”, para que acudamos a ti. En las prisiones hombres y mujeres te suplican. Velan y ruegan en la noche. Nos enseñan el aire que allí se  espira, el mal que oprime, la libertad que se busca. Escucha su súplica. Si no se sienten perdonados, queridos por ti y por nosotros, si se les niega la esperanza, están
doblemente condenados, encerrados en el brazo de la muerte. Concédeles a ellos cuanto nos has concedido a nosotros: la fe en ti y en tu presencia, el amor a la
vida, la esperanza en un mundo nuevo. Danos a nosotros y a ellos los medios para
buscarte, para aceptar la espera y para encontrarte.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

IV ESTACIÓN - Jesús es juzgado por Pilato

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

“Pilato les dijo: 'Pues ¿qué mal ha hecho?'. Ellos gritaron más fuerte: 'Crucifícalo'. Y Pilato, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran" (Mc 15, 14-15)

Oración:

Señor Jesús, Te rogamos que nos libres de la hipocresía y de la indiferencia, de la tentación de lavarnos las manos ante la injusticia. Concédenos la humildad necesaria para reconocer nuestros errores. Enséñanos a rechazar cualquier componenda con la injusticia y la mentira. Ayúdanos a conseguir el silencio interior para escuchar el grito de los que sufren. A todos nosotros, Señor, tú que diste tu sangre como precio de nuestra libertad, préstanos tu voz para alzarla en defensa de los oprimidos, de los que sufren en silencio, para que se haga realidad en el mundo la paz, la justicia y el perdón. A ti, Jesús, el condenado de rostro inocente, la alabanza pura y agradecida, junto con el Padre y el Espíritu, en el tiempo y en la eternidad.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

V ESTACIÓN - Jesús es negado por Pedro

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Mientras Pedro estaba abajo en el patio, llega una criada del sumo sacerdote, ve a Pedro calentándose, lo mira fijamente y le dice:  'También estabas tú con el Nazareno, con Jesús'. Él lo negó diciendo: 'Ni sé ni entiendo lo que dices'. Salió fuera al zaguán y un gallo cantó. La criada, al verlo, volvió a decir a los presentes: 'Este es uno de ellos'. Pero él de nuevo lo negaba. Al poco rato, también los presentes decían a Pedro: 'Seguro que eres uno de ellos, pues eres galileo'. Pero él se puso a echar maldiciones y a jurar: 'No conozco a ese hombre del que habláis'. Y enseguida, por segunda vez, cantó el gallo. Pedro se acordó de las palabras que le había dicho Jesús: 'Antes que el gallo cante dos veces, me habrás negado tres', y rompió a llorar". (Mc 14, 66-72)

Oración:

Jesús, única esperanza de los que, débiles y heridos, caen; tú sabes lo que hay
en cada hombre (Jn 2, 25). Nuestra debilidad aumenta tu amor y suscita tu perdón.
Haz qué, a la luz de tu misericordia, reconozcamos nuestros pasos desviados
y, salvados por tu amor, proclamemos las maravillas de tu gracia. Concede a cuantos tienen autoridad sobre los hermanos de jactarse no de haber sido elegidos, sino de sus debilidades por las cuales habita en ellos tu poder (2 Co 12, 9). Jesús, dirigiendo tu mirada a Pedro, suscitas lágrimas amargas de arrepentimiento, ríos de paz de nuevo bautismo.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

VI ESTACIÓN - Jesús es flagelado y coronado de espinas

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

“Lo visten de púrpura, le ponen una corona de espinas, que habían trenzado, y comenzaron a hacerle el saludo: ‘¡Salve, rey de los judíos!’. Le golpearon la cabeza con una caña, le escupieron; y, doblando las rodillas, se postraban ante él”. (Mc 15, 17-19)

Oración:

Jesús, “reflejo de la gloria del Padre, impronta de su ser” (Hb 1, 3), has aceptado ser reducido a un pedazo de hombre, un condenado al suplicio, que mueve a piedad. Tú llevaste nuestros sufrimientos, cargaste con nuestros dolores, fuiste aplastado por nuestras iniquidades (Is 53, 5). Con tus heridas, cura las heridas de nuestros pecados. Concede a los que son despreciados injustamente o marginados, a cuantos han sido desfigurados por la tortura o la enfermedad, comprender que, crucificados al mundo contigo y como tú (Ga 2, 19), llevan a cabo lo que falta a tu Pasión, para la salvación del hombre (Col 1, 24). Jesús, pedazo de humanidad profanada, en ti se revela el carácter sagrado del hombre: arca del amor que devuelve el mal con el bien.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

VII ESTACIÓN - Jesús carga con la cruz

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Entonces se lo entregó para que lo cruficicaran. Tomaron a Jesús, y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado 'de la Calavera' (que en hebreo se dice Gólgota)…" (Jn 19, 16-17)

Oración:

Jesús, Rey de gloria, coronado de espinas, encorvado bajo el peso de la cruz que las manos del hombre han preparado para ti, imprime en nuestros corazones la imagen de tu rostro cubierto de sangre, para que nos recuerde que nos has amado hasta entregarte tú mismo por nosotros (Ga 2, 20). Nuestra mirada no se separe nunca de la señal de nuestra salvación, levantado sobre el corazón del mundo, para que, contemplándolo y creyendo en ti, no nos condenemos, sino que tengamos la vida eterna (Jn 3, 14-16). Jesús, sobre tus espaldas desgarradas pesa el innoble patíbulo: por tu gracia la cruz se convierte en collar de piedras preciosas y el árbol del Paraíso vuelve a ser árbol de la Vida.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

VIII ESTACIÓN - Jesús es ayudado por el Cireneo al llevar la Cruz

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro
y de Rufo; y lo obligan a llevar la cruz". (Mc 15, 21)

Oración:

 Señor, tú dijiste: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” (Mc 8, 34).
¿Cómo puedo hacerlo? Enséñamelo tú, y con tu gracia vence en mí el miedo al odio ajeno, el miedo al dolor, el miedo a
una muerte solitaria, el miedo al miedo.
Señor, apiádate de mi debilidad.
A ti, Jesús, abatido por la fatiga, el rostro sellado por el cansancio, nuestro amor solidario y agradecido, con el Padre y el Espíritu, con los que eres un solo Dios, en este tiempo que pasa y en la eternidad inmutable.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

IX ESTACIÓN - Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se golpeaban el pecho y lanzaban lamentos por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: 'Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos… porque, si esto hacen con el leño verde, ¿qué harán con el seco?'". (Lc 23, 27-28. 31)

Oración:

Jesús, Rey de gloria, coronado de espinas, con el rostro cubierto de sangre y  salivazos, enséñanos a buscar incesantemente tu rostro (Sal 27, 8-9) para que su luz ilumine nuestro camino (Sal 89, 15); enséñanos a vislumbrarlo bajo el semblante del hombre marcado por la enfermedad, derribado por el desaliento, envilecido por la injusticia. Haz que en nuestros ojos se impriman los rasgos de tu rostro amado; del que los “más pequeños de tus hermanos" (Mt 25,40) son un reflejo luminoso, sacramento de tu presencia entre nosotros.

Jesús, acompañado al monte de la Calavera por un cortejo de mujeres en llanto: ellas han conocido tu rostro de luz, tu palabra de gracia.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

X ESTACIÓN - Jesús es crucificado

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Lo crucifican y se reparten sus ropas, echándolas a suerte, para ver lo que se llevaba cada uno. Era la hora tercia cuando lo crucificaron. En el letrero de la acusación estaba escrito: 'El rey de los judíos'." (Mc 15, 24-26)

Oración:

 Señor Jesús, clavado sobre el madero por nuestro amor, danos tu libertad. Enséñanos a vencer el miedo del sufrimiento con la fuerza que mana de tu cruz. Haznos penetrar en este misterio de amor, que transforma en momentos de gracia incluso los simples acontecimientos de cada día.

Jesús, levantado en la cruz, atrae hacia ti a cuantos buscan tu rostro; ayuda a cuantos participan en tus sufrimientos a descubrir el sentido de su misteriosa llamada a compartir tu pasión y el dolor del mundo.

A ti, Jesús, Crucificado, en cuyo rostro resplandece la misericordia, nuestra adoración perenne y agradecida con el Padre y con el Espíritu, hoy y en los siglos eternos.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

XI ESTACIÓN - Jesús promete su Reino al buen ladrón

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Uno de los malechores crucificados  lo insultaba diciendo: '¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros'. Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía: '¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo'. Y decía: 'Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino'. Jesús le dijo: 'En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso'. (Lc 23, 39-43)

Oración:

Jesús, amigo de los pecadores y publicanos (Mt 9, 11; 11, 19; Lc 15, 1-2), tú has venido para salvar no a los justos sino a los pecadores (Mt 9, 13) y has querido darnos la prueba de tu amor “tan grande” (Ef 2, 4 Vulg) y de la abundancia de tu misericordia,
aceptando morir por nosotros mientras éramos aún pecadores (Rm 5, 8).

Vuelve tu mirada de bondad sobre nosotros, y, después de que hayamos gustado la amargura purificadora de la humillación, acógenos en tus brazos, llenos de misericordia paterna, y transforma con tu perdón el barro del pecado en traje de gloria.

Jesús, proclamado inocente por un malhechor, compañero de pena: para ti y para tu compañero ha llegado la hora de entrar en el Reino.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

XII ESTACIÓN - Jesús crucificado, la Madre y el Discípulo

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: 'Mujer, ahí tienes a tu hijo'. Luego, dijo al discípulo: 'Ahí tienes a tu madre'. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio. (Jn 19, 26-27)

Oración:

Jesús, que desde la Cruz diriges tu mirada a tu Madre y al Discípulo, danos, en medio de los sufrimientos, la audacia y la alegría de acogerte y de seguirte con confiado abandono. Cristo, fuente de la vida, de toda gracia y de toda
belleza, concédenos contemplar tu rostro sonriente, rostro de quien salva al mundo y lo guía hacia el Padre. Señor, a ti se dirige nuestra alabanza, acompañada por la Iglesia y por tu Madre: concédenos descubrir en la locura de la Cruz la promesa de nuestra resurrección.

A ti, Jesús, cuyo rostro resplandece en la hora de las tinieblas, como rostro de Maestro, de Hijo, de Amigo, nuestro amor y nuestra gratitud, con el Padre y con el Espíritu, en el tiempo que pasa y en la perenne eternidad.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

XIII ESTACIÓN - Jesús muere en la Cruz

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Y a la hora nona, Jesús clamó con voz potente: Eloí, Eloí, lemá sabaqtaní (que significa 'Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?')… Y uno echó a correr y, empapando una esponja en vinagre, la sujetó a una caña, y le daba de beber diciendo: 'Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo'. (Mc 15, 34. 36-37)

Oración:

Jesús, hermano nuestro, con tu muerte has vuelto a abrir para nosotros el camino cerrado por la culpa de Adán. Nos has precedido en el camino que lleva de la muerte a la vida (Hb 6, 20). Te has cargado con el miedo y los tormentos de la muerte, cambiándole radicalmente el sentido: has cambiado la desesperación que provocan, haciendo de la muerte un
encuentro de amor. Conforta a los que hoy emprenden tu mismo camino. Alienta a los que tratan de alejarse del pensamiento de la muerte. Y cuando para nosotros llegue también la hora dramática y bendita, acógenos en tu gozo eterno, no por nuestros méritos, sino en virtud de las maravillas que tu gracia obra en nosotros. Jesús, expirando entregas la vida en manos del Padre y derramas sobre la Esposa el regalovivificante del Espíritu. 

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …

XIV ESTACIÓN - Jesús es depositado en el Sepulcro

V - Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R - Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.

"Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron y, en el huerto, un sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús". (Jn 19, 41-42)

Oración:

 Jesús, tú te has hecho el más pequeño entre los hombres, te has dejado caer en la tierra como un grano de trigo. Ahora, de este grano ha germinado el árbol de la Vida, que abraza el universo.

Señor, haz que, así como las piadosas mujeres fueron  emprano a tu tumba con bálsamo y ungüentos, también nosotros vengamos hacia ti con los aromas y perfumes de nuestro pobre amor.

Jesús, en nuestras iglesias tú esperas: esperas anhelante a alguien que sepa hacerse pequeño y humilde como tú en la Eucaristía, adorarte y testimoniar tu amor delante de los hombres, reconocerte en el pobre y en el que sufre. Haz que cada uno de nosotros se convierta en adorador y testigo tuyo en el misterio del Sagrario y en el sacramento del hombre hambriento, sediento, enfermo.

R - Amén. 

R - Padre nuestro, …