8 de marzo de 2020
1321 • AÑO XXVIII

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Bienvenida a la diócesis de Guadix

La vida religiosa vuelve a Huéscar con una comunidad de religiosas
Misioneras de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

El obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, acompañado el vicario general de la diócesis y de los sacerdotes de Huéscar, junto con un nutrido grupo de monaguillos, celebraba en la tarde del día 1 de marzo, primer domingo de Cuaresma, la Eucaristía en la Parroquia de Santa María de Huéscar, para dar la bienvenida a las tres religiosas Misioneras de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, fundadas por Don Sebastián Carrasco Jiménez y la Madre María Dolores Segarra Gestoso en el año 1957, que, a partir de ahora, van a colaborar en dicha parroquia.

La congregación estuvo ampliamente representada en la Misa, sobre todo por las religiosas hijas de Huéscar, que quisieron estar presentes en este día tan importante, pues fue en Huéscar donde nació la congregación. Las religiosas estuvieron acompañadas, también, por una representación de la Corporación Municipal y otra de las cofradías, tanto de penitencia como de gloria, de la parroquia junto con un gran número de fieles que no se quisieron perder este acontecimiento histórico.

Don Francisco Jesús expresó su gratitud al Señor por la llegada de las religiosas al lugar que las vio nacer y habló de ello en la homilía. Comentó que, después de tener varios proyectos, ha sido el Espíritu el que ha decidido su llegada a Huéscar y dio gracias a Dios por ser testigos privilegiados del don inmenso que el Señor ha hecho para que la vida religiosa, tan abundante en otro tiempo, vuelva a estar presente en Huéscar.

Y agradeció a la madre María Isabel Arias, Superiora General de la Comunidad, que haya vuelto a sus raíces, al lugar que las vio nacer, apostado por nuestra diócesis, mirando no su propio interés sino el interés de nuestra Iglesia diocesana. Destacó la importancia de la vida religiosa como “un auténtico torrente de espiritualidad sobrenatural” e invitó a los oscense a que acojan y ayuden a las tres religiosas que componen la comunidad de Huéscar. Además, subrayó que darán alegría a la vida parroquial y harán mucho bien al pueblo de Huéscar por su carisma sacerdotal, pues dicha parroquia ha sido y tendrá que ser un pueblo que siga dando vocaciones.

En la acción de gracias, la madre María Isabel tuvo también unas palabras de agradecimiento, al tiempo que mostró la gran alegría con la que la congregación vuelve a Huéscar.

Tras la celebración de la Eucaristía, el obispo quiso visitar la casa donde las religiosas van a vivir, haciendo una pequeña oración en la capilla, lugar principal de dicho hogar.

Como párroco de Santa María de Huéscar, desde esta oportunidad que me brinda nuestra página web, también me quiero unir a las distintas acciones de gracias que se escucharon ese día en la Eucaristía. En primer lugar, a nuestro obispo, que recién llegado tuvo que ver como se cerraba el convento de nuestras queridas madres dominicas. Desde ese día, trabaja para que Huéscar tenga una comunidad de vida contemplativa, aunque no todo esté en sus manos, dado que dicha comunidad necesita un lugar para llevar a cabo su vida de clausura. También, gracias a la congragación de religiosas Misioneras de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, y a la Madre María Isabel, por seguir apostando por esta tierra que les sirvió de cuna, por no encerrarse a sus propios intereses y ver la multitud de posibilidades que se pueden llegar a realizar en nuestra parroquia. Gracias por mirar hacia adelante, con esperanza, haciendo posible que la vida religiosa esté de nuevo presente en Huéscar. Y que todo sea para mayor gloria de Dios. Pedimos que la presencia aquí de esta comunidad de religiosas esté llena de muchos frutos, sobre todo vocacionales.

José Antonio Martínez
Párroco de Santa María, de Huéscar