9 de febrero de 2020
1317 • AÑO XXVIII

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Scholas Ciudadanía en Granada

Jóvenes granadinos: arte y parte de la solución

Plantación de un olivo, en la clausura de la II Scholas Ciudadanía Granada.

Dos comisiones, encargadas de desarrollar proyectos en el marco del programa Scholas Ciudadanía, fueron atendidas por autoridades educativas de la ciudad. 

Al auditorio del Centro de Estudios Superiores, CES, La Inmaculada, “no le cabía un alma” la mañana de este viernes; o todo lo contrario: fue una comunión de almas en la que había cabida para todos; cientos de estudiantes, docentes y directivos de 15 institutos, así como organizadores y aliados del programa Scholas Ciudadanía, abarrotaron el escenario para dar clausura a esta experiencia educativa, que en su segunda edición en esta ciudad, permitió a jóvenes granadinos compartir experiencias inéditas y darles voz a sus necesidades, sueños y esperanzas. 

Estos jóvenes, todos de colegios públicos, privados y concertados, religiosos y no religiosos, y de diversos contextos socioeconómicos y étnicos, trabajaron durante una semana alrededor de dos problemáticas escogidas por ellos mismos, e idearon propuestas concretas para hacerles frente, todo debidamente presentado en un documento ofrecido a líderes de los sectores educativo y religioso de la ciudad. Se trató del jefe de Ordenación Educativa de la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía, Eduardo Zarza; el Vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Granada, José Antonio Naranjo Rodríguez; el Subdirector General del Área de Juventud del Ayuntamiento de Granada, Jesús Sánchez García; el presidente del Consejo Escolar de Andalucía, José Antonio Funes, y el Arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez. “Consideramos que el sistema educativo es nuestro futuro y es algo que nos influye a todos nosotros”, señalaron los estudiantes, preocupados por la que, en sus palabras, es “una educación desactualizada que no se acopla a nuestra manera de pensar y no genera espacios para llegar a nuevas reflexiones”. 

"LA REVOLUCIÓN AMARILLA"

“Revolución amarilla”, un plan anual que contempla sesiones trimestrales y mensuales, y que busca solventar la desinformación de los jóvenes sobre su orientación profesional, y aplicable a todos los cursos de la educación secundaria, ya ha sido bien acogido, desde su instancia, por José Antonio Naranjo, vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Granada.

 

“También estamos encargados de la orientación a todos los estudiantes para el ingreso en la universidad. He oído muchas propuestas vuestras y os recojo el guante; os puedo asegurar que el año que viene ese encuentro con los estudiantes de cuarto de la ESO será una realidad para explicaros las carreras y todo lo que podréis hacer en un futuro”, señaló en su intervención.

Un ciclo de charlas sobre toma de decisiones titulado “Encuentra lo que buscas” y “Aprende a organizarte” también hace parte de las propuestas, un reconocimiento de las amenazas que la sobreinformación y la falta de tiempo libre hacen a sus vidas. Los estudiantes también se propusieron manifestarse ante las autoridades educativas por alcanzar una reducción del temario o un replanteamiento del modo en que se abordan algunos de los contenidos.

La creatividad se impuso también al proponer y realizar durante la semana dos cortometrajes, “Expectativa VS Realidad” y “Contagia tus ganas”, disponibles pronto en redes sociales, en las que los alumnos expresan su malestar ante actitudes como la falta de empatía y la falta de motivación que perciben por parte del profesorado, algo que no dejó indiferentes a algunos de los presentes: “No tengáis ninguna duda de que trabajamos muchísimo por vosotros y para vosotros, de que queremos escucharos. La prueba está en que casi nos quedamos sin espacio aquí para escuchar. La verdad es que es una alegría el haber tenido la oportunidad de recibiros”, fueron las palabras de María Isabel Tercedor Sánchez, directora del CES La Inmaculada.

“Quiero decir a todos los que habéis sido los protagonistas de esta semana, que os queremos, muchísimo. Y que aunque algunas veces nos pongamos, así un poco duros, sepáis que os queremos, que contéis con nosotros porque estamos aquí para vosotros; nuestro trabajo es placer más que un trabajo”, señaló también emocionada una de las decenas de docentes reunidos. Parar el bullying está en nuestras manos. Frente a la otra problemática, la de la discriminación, prejuicios y etiquetas, la comisión encargada presentó la propuesta de un festival de verano, Disken Festival, de música, teatro, arte y charlas contra la discriminación, y al que aspiran convocar el mayor número posible de personas y así recaudar fondos para una asociación, que irán evaluando. Para tal fin se han decidido organizar en un comité para la búsqueda de patrocinios y empresas aliadas.

Otros dos proyectos, Amapola, y Futuro sin etiquetas, buscan incidir en contra del acoso, el primero al interior de las aulas, y el segundo, de cara a la ciudad en general, proponiendo además actividades de voluntariado; para ello han planteado solicitar ayudas a los mismos colegios así como al ayuntamiento. La tecnología también tuvo su espacio entre las propuestas, distinguiéndose la de una app para registrar casos de bullying, con disponibilidad para llamadas de emergencia y consejería, con contenido de corte didáctico que permita despertar más conciencia sobre este fenómeno. 

Un proyecto final, Abestusmentes, tiene como objetivo el montaje de una obra teatral sobre la diversidad sexual y contra la homofobia; el objetivo de esta obra, en palabras de sus proponentes “es reflejar el amor, la diversidad y la libertad de expresión y fomentar la aceptación de las personas tal y como son”.

Al escuchar las propuestas fueron varias voces las que se alzaron para apoyarlas; como el caso del jefe de Ordenación Educativa de la Junta de Andalucía, Eduardo Zarza: “Me llevo una sensación pues muy grata. Quiero agradecer a la organización, al profesorado, a los docentes que estáis aquí participando; y a los alumnos, por supuesto todas vuestras opiniones y proyectos los leeremos con atención, porque además en ellos hay cosas que son muy factibles de llevar a la práctica y que son muy interesantes”.

También las palabras del Arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, fueron de entusiasmo por las experiencia educativa que emprendieron los estudiantes: “Yo pienso que lo más bello que sucede en Scholas es que cada que cada chico y cada chica, venga de donde venga y tenga la historia que tenga, se siente amado por sí mismo, y no por lo que es capaz de dar o de producir; cada uno somos un milagro y somos capaces de dar, de darnos a nosotros mismos, que es el mayor tesoro que tenemos; cada uno de esos niños es un tesoro; durante estos días experimentan que lo son”.

Esta mirada fue compartida también por los jóvenes, como lo reflejan las palabras de Elena, de 15 años, quien participó en la comisión de arte, en donde los jóvenes tuvieron oportunidad de desarrollar un mural que fue presentado al final de la experiencia y también componer e interpretar una pieza musical: “Lo bonito es que haya un sitio especialmente para escuchar a la gente de nuestra edad, porque muchas veces no se nos escucha, o no se nos tiene en cuenta por quiénes somos o por nuestra edad o por lo que hagamos. Y eso es lo bonito de este sitio, que está hecho específicamente para nosotros; para que seamos nosotros; para que nada esté bien o mal; para que todo lo que pensemos y todo lo que digamos importe y todo se base en eso. Y poco a poco querer a mucha más gente, a los demás", expresó emocionada.

Esta experiencia contó con la colaboración del Arzobispado de Granada, el CES La Inmaculada, el Banco Santander, Air Europa, la Fundación Edelvives, la Fundación Universitaria San Pablo CEU, y la Universidad de Granada. Scholas Ciudadanía en Granada fue apoyada también por Lácteos Puleva y la panadería La Gracia de Dios.