26 de enero de 2020
1315 • AÑO XXVIII

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Sacramentos de vida cristiana

El poder de perdonar los pecados dado por Jesús a sus apóstoles

El sentido de la expresión perdonar los pecados no puede ser más claro. Se trata de una acción que tiene como efecto hacer que el hombre reciba el perdón de sus pecados.

El problema está en saber si dio el poder de perdonar realmente o de anunciar el perdón, como sostienen los reformadores. Según el texto de Juan: “El Señor sopló sobre sus cabezas y les dijo... A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; y a quienes se los retengáis les quedan retenidos” (Jn 20, 22-23), este perdón aparece como un poder dado a los apóstoles y no simplemente como un mandato en orden a anunciar el perdón. De hecho, dice que a quienes perdonéis los pecados (y no a quienes anunciéis el perdón) les quedan perdonados. Además precisamente el perdón concedido por Cristo mediante los apóstoles no es simplemente una promesa sino la aplicación de los frutos de su misterio pascual. De lo contrario seguiríamos igual que en el Antiguo Testamento, mirando a la promesa del Redentor.

LA DOBLE EXPRESIÓN PERDONAR - RETENER
Es un texto posterior al de Mateo. Este texto de Juan sitúa en primer lugar la acción de perdonar (correspondiente al desatar de Mateo). De hecho el verbo perdonar es un término técnico en el Nuevo Testamento para significar el perdón de los pecados (Lc 7,48-49: la pecadora; Mt 9,3.5.6: curación del paralítico; Mt 6,12; Lc 11,4: la oración dominical; Rm 4,7; 1Jn 1,9).

El sentido de la expresión perdonar los pecados no puede ser más claro. Se trata de una acción que tiene como efecto hacer que el hombre reciba el perdón de sus pecados, que son borrados, abolidos, que no se tiene más cuenta de ellos, como en el caso de una deuda que el acreedor perdona al deudor. El judaísmo del tiempo de Jesús concebía con frecuencia el pecado y lo expresaba con la metáfora de una deuda. El Nuevo Testamento ha recogido esta imagen.

Pero la expresión retener los pecados es más difícil de comprender. Es exclusiva de este pasaje de Juan y no se encuentra en ningún otro lugar del Nuevo Testamento. A primera vista podría pensarse que retener los pecados quiere decir negarse a perdonarlos a quien no esté bien dispuesto, de manera que los pecados quedarían no perdonados. Sin embargo esta explicación no es válida, porque el verbo retener tiene un sentido activo y positivo; significa ser fuerte, poderoso, dominar, reinar, superar, prevalecer, asir fuertemente. En nuestro caso retener significaría imputar, lo cual no es simplemente la acción de no perdonar. Nunca expresa un simple hecho de negarse a hacer algo, de abstenerse de una acción.

Ignacio Fernández
Sacerdote diocesano