22 de diciembre de 2019
1310 • AÑO XXVIII

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Carta de Navidad al Arciprestazgo de Cartuja

¿Qué es lo más bello del mundo?


Carta de Navidad del Arciprestazgo de la Zona Norte de Granada.

Me detengo unos instantes ante la pantalla del ordenador, guardo silencio y visualizo vuestros rostros para que seáis vosotros quienes digáis qué nos dice la palabra “Navidad”. El corazón palpita un gran deseo de trasmitir ondas de calor a las personas que creen en ti, en el otro, en mi... poder sacar lo mejor que tienes dentro para darlo a los demás.

Al llegar estas fechas de Navidad y final del año la sociedad vive bastante ajetreada con la compra de regalos, organizan viajes y otros preparativos para desconectar del trabajo y la rutina diaria. Para los cristianos son días especiales porque celebramos el nacimiento de Jesús y nos decimos ¡Qué buena noticia! llega el Salvador, ¡Qué gran regalo! y nos felicitamos unos a otros deseándonos lo mejor....Lo más bello del mundo: la paz, el amor y la fe.

En un lejano país, hace ya muchos años, un artista soñaba con pintar lo “más bello del mundo”:

Era una ilusión que le ronroneaba el alma como el zumbido de una colmena. Al amanecer se puso en camino. Atravesó lugares de ensueño. En cada aldea, la misma pregunta. “Amigo, ¿qué es lo más bello del mundo para que yo lo pinte?” Pero ninguna respuesta le satisfacía.

Un buen día, se topó con un vagabundo. “¿Qué es lo más bello que existe?”- “El amor”, le contestó melancólicamente el vagabundo.

Otro día preguntó a un soldado: “¿Qué es lo más bello del mundo?” “La paz”, le contestó el militar. Una anciana señora le respondió con una sonrisa arrugada entre los labios: “La fe en la vida, hijo, la fe”.

En el alma de nuestro artista brilló de nuevo la ilusión, al tiempo que unía las tres palabras: mágicas: la paz, la fe y el amor.

Volvió a su casa y, al franquear el portón, le inundó una paz muy grande y su corazón se agitó con violencia. Emocionado, besó a sus hijos y descubrió en sus rostros, todavía inocentes, unos rasgos de fe en la vida. Percibió también en las pupilas de su esposa la personificación del amor, más allá de cualquier frontera, y se sintió en paz. Y esa noche decidió pintar. Llamó a la obra de arte: mi hogar. Y pintó a su familia, porque allí, en su misma casa, había encontrado lo más bello del mundo”.

Visualiza tu cuadro con “lo más bello del mundo” para esta Navidad y siempre: da lo mejor de ti...acogida, hospitalidad, tiempo, una sonrisa, una caricia...que el otro sea tu mejor yo, que la paz y el amor, sean el motor que bombea tu corazón para que no deje de funcionar en nuestra comunidad parroquial, en nuestros hogares,
en los encuentros de amigos... en la atención y servicio a las personas más vulnerables de nuestro barrio y sociedad.

Sí, un año más queremos celebrar la Navidad, en la que experimentamos con alegría y esperanza el amor de Dios hecho realidad con la llegada de su Hijo a nuestro mundo. Un mundo en el que hay pesebres vivientes que nos recuerdan de manera especial que Jesús nace cada día en nuestros hospitales, en nuestros caminos, en nuestras fronteras, en nuestras calles, en nuestros mares... Que sea con nosotros con quienes digan: “Vino a los suyos y “SI” lo recibieron”. (Jn 1, 11)

Nos lanzamos al nuevo año 2020 con gozo y esperanza en una Iglesia viva en las periferias de la Zona Norte de Granada, y que responde fielmente a las llamadas del Papa Francisco cuando nos recuerda que ante la pobreza no podemos quedarnos en hermosos discursos, hay que presentar cara ante el desafío en sus diferentes formas.

Hoy una de las pobrezas en algunos barrios de nuestro Arciprestazgo es el sufrimiento por los continuos cortes de luz. Mientras estos días es evidente el derroche de iluminación en nuestras calles, en muchas de nuestras casas tienen que malvivir con la luz de una vela. Ojalá los responsables de dar salida a esta situación injusta se dejen iluminar por la LUZ de la Navidad para que las promesas se conviertan en soluciones que iluminen a nuestras familias.

Queremos una Navidad para encender el fuego de la hospitalidad en el salón, y la genial llama de la caridad en el corazón.

Para todos....siempre

¡FELIZ NAVIDAD!