15 de diciembre de 2019
1309 • AÑO XXVIII

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George Bernanos,
en “Diario de un cura rural”

“¿Cómo dar al Pobre, heredero legítimo de Dios, un Reino que no es de este mundo?” 


Es evidente que nuestro Señor habló tiernamente a sus pobres, pero como te decía hace poco, les anunció la pobreza. No hay medio de salir de ahí, pues la Iglesia tiene encomendada la custodia del pobre.

 Es lo más fácil. Todo hombre compasivo comparte con ella esa protección. En cambio, está sola –me entiendes-, sola, absolutamente sola, en la guardia del honor de la pobreza. ¡Oh, nuestros enemigos tienen un papel más vistoso! “Habrá siempre pobres entre vosotros” (Jn 12, 8). Éstas no son palabras de un demagogo, sino la Palabra que nosotros hemos recibido. Tanto peor para los ricos que se esfuerzan en creer que justicia su egoísmo... Fueron dirigidas a Judas. ¡Judas! ... Después de todo, si el asunto hubiera marchado, Judas habría subvencionado probablemente sanatorios, hospitales, bibliotecas o laboratorios. Te habrás dado cuenta de que se interesaba por el problema del pauperismo o indigencia, como cualquier millonario (cf. Jn 12, 4). “Habrá siempre pobres entre vosotros», le respondió nuestro Señor. Lo que quiere decir: ‘.... Crees que así halagas mi bien conocida predilección por los mendigos y te equivocas completamente. No amo a mis pobres como las viejas inglesas quieren a los gatos perdidos o a los toros de las corridas. Ésos son amaneramientos de rico. Amo la pobreza con un amor profundo, reflexivo y lúcido –de igual a igual- como a una esposa fecunda y fiel. La he coronado con mis propias manos. No la honra quien quiere, ni la sirve quien no ha revestido su blanca túnica de lino. No comparte quien lo desea el pan de la amargura con ella. La he querido humilde y fiel, pero no servil. No rehúsa el vaso de agua, con tal de que se le ofrezca en mi nombre y en el mismo lo recibe... La pobreza pesa mucho en las balanzas del Padre Celestial y todos tus tesoros no equilibrarán los platillos. Habrá siempre pobres entre vosotros, por esa razón habrá siempre ricos, es decir, hombres ávidos y duros que buscan la menos la posesión que el poder. Hombres semejantes existen igual entre los pobres que entre los ricos y el mísero que despeja su borrachera en el arroyo está acaso lleno de los mismos sueños que César dormido entre sus cortinajes de púrpura. ¡Ricos o pobres, contemplaos en la pobreza como en un espejo, pues ella es la imagen de vuestra decepción fundamental, ella ocupa aquí abajo el lugar del Paraíso perdido [por el pecado de Adán], ella es el vacío de vuestros corazones, de vuestras manos!”... Después de veinte siglos de cristianismo, no debería sentirse vergüenza de ser pobre...

¿Cómo dar al Pobre, heredero legítimo de Dios, un Reino que no es de este mundo? ... El Señor de los abismos le repite desde hace veinte siglos: “Todo esto será tuyo si postrándote me adoras” (Mt 4, 9)... El Poder está al alcance de la mano del Pobre y éste lo ignora o parece ignorarlo... Problema insoluble: restablecer al Pobre en su derecho sin elevarlo al Poder... Si ocurriera que con un ejército de gendarmes y de soplones se lograse tener a raya la perpetua codicia de dinero... por doquier volverían a florecer las pobrezas voluntarias como una primavera.