15 de diciembre de 2019
1309 • AÑO XXVIII

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Fiesta de la Emperatriz de las Américas 

Virgen de Guadalupe, la “Evangelizadora del continente americano”


El pasado día 12 se cumplieron los 500 años de las apariciones de la Virgen de Guadalupe al pequeño Juan Diego y la diócesis de Granada ha convocado a toda la comunidad latinoamericana y a todos los fieles de la diócesis a participar en una Eucaristía a las 12:30 horas en la S.I. Catedral. Hemos hablado con varios de los protagonistas de esta fiesta, para prepararnos a celebrar con alegría esta fiesta hispanoamericana de la Emperatriz de las Américas.

Para festejar esta advocación mariana con la comunidad latinoamericana tan arraigada en América, sobre todo en México, hemos conversado con D. Santiago Jerez, granadino que ha estado 9 años en México de misionero y actualmente es párroco en Zafarraya. Nos habla de las apariciones, de la Virgen, de la imagen impresa y lo que representa quien fue declarada Emperatriz de las Américas.

 De dónde nace la devoción a la Virgen de Guadalupe. 

Nace propiamente en la ciudad de México, porque es ahí donde la Virgen de Guadalupe se presenta al indio Juan Diego y le pide una misión: construir una casa a las faldas del cerro Tepeyac para Dios. Ella dice “para el verdaderosísimo Dios por quien se vive”.

 Cuántas apariciones tuvieron lugar.

Fueron 4 apariciones, desde el 9 de diciembre hasta el día 12. Son cuatro momentos en los que la Virgen al indio Juan Diego le va dando indicaciones. Pero, sobre todo, son los signos de la Aparición, porque María se presenta en un momento en el que el continente llevaba 39 años de cristianismo. San Juan Diego llevaba unos años de bautizado, fue de los primeros bautizados. María era una desconocida y Ella le pide que se presente al obispo de aquel lugar, fray Juan de Zumárraga, para construir una casa a Dios, ahí en el cerro.

El párroco de Zafarraya, D. Santiago Jerez.

Cómo se celebra en México esta festividad. Será una celebración por todo lo alto…

Hay que estar ahí para verlo, para vivirlo, para hacer esa experiencia, porque es algo increíble. Ya desde 46 días antes… El manto de la Virgen de Guadalupe tiene 46 estrellas, que simbolizan también la constelación. Y la tradición es que durante 46 días hacen 46 rosarios para ir preparando ese momento de la Santísima Virgen, hasta llegar al 12 de diciembre que es la Solemnidad. Previo a la Solemnidad, las vísperas se hacen Las Mañanitas en la noche, a las doce de la mañana el día de la Solemnidad. Se canta, se ponen altares, van mariachis, vas viendo las gente que va viniendo de otros lugares, descalza, de rodillas, haciendo mandas, es emocionante… Uno se emociona mucho, porque uno recuerda esos momentos en los que uno ha estado presente. Ves la sencillez de la gente, el amor con el que se acercan a la Virgen. Y creo que es algo que no tenemos que perder nunca. Ese pueblo mexicano, Nuestra Señora de Guadalupe, Emperatriz de las Américas, nos ha dejado ese regalo, esa unión de la tierra podernos unir con el cielo, y el cielo hacerse presente en la tierra.

 
Qué podemos decir de la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Recordemos que esta imagen no es una pintura normal. Esta imagen está impresa no en un lienzo, no en un cuadro grandioso; es en una tilma, que está hecha con fibras de magué, que es lo que se da en México para hacer el tequila. Son fibras cuya tela se ponían estos campesinos para meter todos los frutos, todo lo que recogían o para tirar semillas al campo. Esa era la típica tilma que usaban los indios, los más sencillos. Ahí es donde Juan Diego, una de las pruebas que tiene que llevarle a fray Juan de Zumárraga –porque fray Juan de Zumárraga, el obispo decía “yo por qué tengo que hacer aquí un templo, dedicado “al verdaderosísimo Dios por quien se vive”. Juan Diego va a la Virgen de Guadalupe y dice “es que me están pidiendo una prueba”. Y es cuando María le dice “sube al monte, agarra las rosas de Castilla”. Unas rosas que era imposible que en ese monte que existía, por el frío que hacía: flores de Castilla en lo alto de un monte. Y ahí es donde viene la impresión de esa imagen. Fue, la recogió y se presenta. De ahí viene la impresión de esa imagen. Lo más grandioso de esa imagen. Cuando el obispo le dice “adelante, cuál es la prueba que tienes”, él se pone tira las flores al suelo y es cuando se aparece representada la Virgen de Guadalupe en la tilma que él llevaba. Es algo increíble, porque esa imagen no está ni pintada ni dibujada, sino que está sobre el hayate. No está ni dibujada encima. Después, se suele decir esas tilmas duran 40 años y ya tenemos casi 500 años –en el año 2031 los cumplimos- de la aparición de la Virgen de Guadalupe y todavía sigue en perfectas condiciones. Ese sería el primer gran acontecimiento: que en una tilma, sin estar pintada, ni dibujada, ni impresa está ahí la Virgen Santísima de Guadalupe.

Y el manto con estrellas…

Ese manto que lleva la Virgen representa el cielo. Tiene 46 estrellas que representa la constelación en la que Ella se aparece el 12 de diciembre en México, y ahí está dibujada.

Y qué nos dicen sus manos, sus ojos, el pelo…

Una de las características principales son las manos, que tiene juntas. Si nos fijamos, es una mano más grande que la otra y una más negra y otra más blanca. Simboliza la unión de las dos culturas. Una mujer que viene del cielo, que se presenta con unos rasgos, el rostro indio se hace presente con esos mismos rasgos y simboliza con la unión de las manos la cultura mexicana y la cultura europea. Después tiene el rostro, característica es india. El Señor, al hacerse presente, se inculturiza también. Se hace presente con la raza, con la cultura, con la manera de ser, y así se presenta María Santísima de Guadalupe, con rasgos indios. El pelo suelto es símbolo, en las mujeres aztecas, de virginidad. En los ojos tiene representado en un ojo la misma escena de la aparición. Es lo impresionante. Es como si la Virgen estuviese viendo desde la otra parte a Juan Diego, la tilma y a fray Juan de Zumárraga. La escena de presentación de la tilma al obispo todo el mundo se arrodilla. Eso aparece en uno de los ojos. Y en el otro aparece el símbolo de la familia. Una familia que está unida. Es impresionante en ese espacio tan pequeñito puede aparecer algo tan profundo que nos dice María y que nos enseña María.

Tiene el título de Emperatriz de las Américas. 

Se lo dio Pío X, Pío XI, Pío XII, Juan XXIII y Juan Pablo II. Era el título porque Ella era la clave para la misión. Cuando uno habla con sacerdotes en México siempre dicen que María fue clave para la evangelización en el nuevo continente. El Papa lo han ido nombrando por lo que era, por lo que significaba, por todo el sentido y por toda la devoción maravillosa de la Santísima Virgen, no sólo ahora, sino desde el inicio, le han ido llamando Emperatriz de América o Patrona de América. Primero de Latinoamérica, después de América, después la Evangelizadora Celeste, la Misionera Celeste del Nuevo Mundo, que eso lo dijo Juan XXIII y, después, Juan Pablo II Emperatriz de las Américas, es decir, de todas las Américas, por todo lo que ha hecho esta advocación de Nuestra Señora de Guadalupe en todo el continente.

Paqui Pallarés


 “Desde que nacemos, ya nos inculcan lo que es la fe a la Virgen”

Nos vemos con la Presidenta de la Asociación de Mexicanos en Granada, Yolanda Flores Martínez, que nos cuenta cómo viven desde su asociación cómo se vive la devoción a la Virgen de Guadalupe.

¿Cómo mexicana puedes explicarnos cómo se vive esta devoción a la Virgen de Guadalupe que se ve que trasciende fronteras?

Mira, nosotros desde que nacemos, ya nos inculcan lo que es la fe a la Virgen. Es como una madre más. Es como la madre de nuestra madre, y en México además la madre es lo más respetable, así que se respeta como lo más grande, y como se te inculca desde pequeño, le tienes una devoción, una fe… que vas a verla y se te salen las lágrimas. Es como si vieras a tu abuela, no sé. Es una cosa que no se puede entender pero se tiene.

Bueno, y en todo México caminan, hacen peregrinación para este día, porque es su cumpleaños y quieren ir. Se quedan a dormir en la plaza de lo que es la Vía de Guadalupe una noche antes para poder cantarle ese día Las Mañanitas a la Virgen. Es un fervor en todo México, que no se puede ya explicar.


¿Se os explica también desde siempre ese misterio que envuelve a la propia imagen de la Virgen?

Tenemos muchas veces programas en la televisión para informarnos sobre las imágenes que tiene en los ojos, las estrellas de su manto que son las que aparecieron en ese momento en el cielo, o sea se nos van contando cosas.

La gente yo creo que pone atención a eso pero su relación es algo más espiritual. Podrían decirnos cualquier cosa de ella, pero es como espiritual, como que ya lo llevas porque lo tienes ahí. Es parte del mexicano, es algo que llevas en ti. No realmente el significado de las flores de su vestido o por qué tiene las manos juntas, que es algo que te explican en esos programas, pero más que eso es el poder ver a alguien que apreciar y este día, como es su cumpleaños, todo el mundo quiere ir a verla, no quiere faltar.

Lo cierto es que la Virgen de Guadalupe ha trascendido la propia México …

Sí, cuando fue el Papa Juan Pablo II y la nombró Emperatriz de las Américas, eso hizo que saliese todavía más. Ya no era solo nuestra. Era ya como de todo el mundo. Y la verdad es que ya no van solo los peregrinos mexicanos, vienen de Centroamérica, de Sudamérica, de Norteamérica a verla. Y eso a nosotros, como mexicanos, nos enorgullece que se haya aparecido en México. Podría haberse aparecido en cualquier parte pero nos ha tocado a nosotros. Además, como el mexicano es muy acogedor, nos gusta acoger a toda la gente que viene a verla.

¿Cómo habéis recibido la idea de esta fiesta especialmente dedicada a Ella en la Catedral, con todo el mundo vistiendo sus trajes regionales?

Pues la verdad es que estamos muy contentos porque nosotros la teníamos organizado para hacerla arriba en la Alhambra, como cada año. Y que nos llamaran y nos dijeran que iba a ser en Catedral, como mexicanos sentimos orgullo. Qué bien que se reconozca nuestra Virgen estando aquí; que estamos presentes los latinos en Granada y que es una fiesta latina, ya no solo mexicana, es latina, y nos gusta mucho. Nos gusta mucho que la gente granadina nos vaya como agregando a lo que es Granada.

¿Y qué clima habéis encontrado en la reunión entre vosotros y el resto de asociaciones?

Las asociaciones la verdad es que solemos hablar de presidentas a presidentas, para que ya cada uno organice el grupo de gente que lleva. Y la verdad es que les da gusto también que se haga algo latino. Que se les nombre, que se les diga “están aquí en Granada”, ya sea por parte de México o si fuera de Bolivia, desde Bolivia, no importa el país que sea, pero mientras que se cuente con los latinos que estamos aquí es bueno para todos.

¿Qué esperáis de la celebración del próximo domingo?

¡Pues que venga mucha gente! Queremos que venga mucha gente, que vea que estamos aquí y que somos parte de Granada y para bien. Nosotros no venimos a molestar, nosotros venimos a unirnos y a enseñar que hay otras culturas… Que hay gente que a lo mejor no puede viajar a México pero estando nosotros podemos contarles cómo es eso o meterles la espinita para que vayan, entonces creo que eso es bueno para México y para Granada.

 ¿Vestiréis vuestro traje regional o algo típico?

La verdad es que nosotros siempre vamos a todos lados con nuestros trajes. Vamos a los desfiles, vamos a las ofrendas… con nuestro traje mexicano, con nuestras flores y con nuestro folclor. Como es el mexicano, colorido. Porque es la forma que nos identifica. Dices: “mira, es latino, seguro, seguro”. Y esa alegría que causa el latino y a nosotros nos gusta.

Es como presumir un poco, sí, de lo que somos ¿no? Es como si una española viste su traje de mantilla diciendo “mira qué guapa, una española”. Lo mismo.

Ignacio Álvarez


“Estamos preparándolo con mucha alegría, con mucho fervor, con mucho optimismo”


Entrevistamos al diácono permanente Alexis Rafael Franco Caballero, natural de Venezuela, que es parte del equipo de organización de la celebración del próximo domingo 15 en Catedral de la Virgen de Guadalupe como Emperatriz de las Américas.

¿Cómo nació esta idea de celebrar una fiesta con todos los latinoamericanos en la Catedral?

Pues mira, la idea, como tal, se la escuché primeramente a Don Javier. Él fue el que motivó que dentro de la Catedral la fiesta se llevara a cabo. Creo que los motivos han sido obvios: hay mucha personas de toda Latinoamérica que, o bien están radicados acá o visitan también Granada. Tengo entendido también que nuestros hermanos mexicanos estaban celebrando la fiesta arriba en la parroquia que está en la Alhambra. En esa parroquia estaban todos los años con su imagen de la Virgen de Guadalupe y celebraban su fiesta, porque la Virgen de Guadalupe como tal, como Emperatriz de las Américas, está arraigada en el pueblo mexicano, que fue donde primeramente apareció y donde pidió en el año 1531 que se le erigiera ese templo para ella estar en contacto con el pueblo mexicano, el pueblo indígena, que estaba en ese momento en esa transición, en ese momento de fe, esa evangelización que se estaba llevando a cabo a raíz del descubrimiento de América.


En su momento Ella ha cumplido su promesa y en toda aparición ella deja ese tip, ¿cómo nos hizo saber que era Inmaculada? Pues muy sencillamente, se apareció y dijo “yo soy la Virgen Inmaculada”. Como estaban los españoles dentro de México y todo ese momento de evangelización, para que ambos pudieran entrar en ese conocimiento, le dicen a San Juan Diego: “diles que yo soy la Virgen de Guadalupe”. Lógicamente, el sacerdote, que es español dice, “¿y cómo es esto?”. Dios no deja nada al azar. Lo de Dios no es suerte ni azar, sino que todo va enmarcado a ese plan divino de salvación que Él siempre nos está indicando. ¿Y qué mejor que la Virgen? La Virgen sabía que aquí se veneraba una Virgen de Guadalupe que físicamente se sabe que no tiene nada que ver con la Virgen de Guadalupe de México, porque la de aquí es negra, la de México es morena… Entonces es algo que llama te llama a la reflexión. La Virgen tocó donde tenía que tocar. Son esas cosas que a uno le hace reflexionar y que lo llevan a esa gracia, que es lo que quiere el Señor, que tengamos esa gracia de reconocerle y de adorarle a través de sus enviados.

¿En qué va a consistir la celebración de este 15 de diciembre?

Monumento erigido en el lugar de las apariciones, el Cerro del Tepeyac.

La idea es, primeramente, como tiene que ser todo lo de Dios, una Eucaristía Solemne porque evidentemente estamos en tiempo de Adviento. Si bien es cierto que la Virgen de Guadalupe se celebra el 12 de este mes, vamos a hacerlo aquí en Granada en domingo. Si bien sabemos que los tiempos litúrgicos tienen sus graduaciones y sus exclusiones, sabemos que estamos en Adviento y que es el tercer domingo de Adviento y el segundo grado de las exclusiones, y que la Virgen viene después. Vamos a celebrar el tercer domingo de Adviento pero vamos a tener ese recordatorio de la Virgen de Guadalupe en donde todos los americanos de fe y de buena fe, vamos a tratar de hacer presencia en el templo, algunos ya invitados como tal para formar parte con sus trajes típicos, la presencia de los niños. Ir con mucha solemnidad pero a la vez con mucho fervor y mucha alegría porque, seamos sinceros, también en el Adviento, sin la presencia de María, no sería Adviento, pues es su sí el que trae la presencia del Salvador como tal.

Estamos preparándolo con mucha alegría, con mucho fervor, con mucho optimismo. Con esas ganas de alabar al Señor y de prepararnos para su venida. No la venida que tuvo hace dos mil años, pero sí esa venida que debe renovarse en nuestros corazones para que nos sirva durante el próximo año a seguir en la fe y en el camino de salvación que Él nos traza.

¿Qué respuesta han tenido las distintas asociaciones con las que se ha ido contactando de latinoamericanos?

La respuesta ha sido muy positiva de parte de todas las asociaciones, tanto mexicanas, como bolivianas, peruanas, colombianas, venezolanas. Toditas han sido muy receptivas y están dispuestos a hacer acto de presencia en la Catedral. Y es lo que queremos, que haya esa presencia, no solamente de las asociaciones de los que estamos radicados aquí, porque sí, queremos reunirnos y queremos tener ese momento de comunión con Jesús en la Eucaristía, sino también el que podamos reconocernos y tratarnos en ese momento y que de una vez se tejan también esos lazos tanto con los granadinos como con todos los latinoamericanos que hacemos vida aquí y que podamos tendernos esa mano de hermanos.

Bueno, es tan así, que si tú te pones a ver hay varias apariciones dentro de lo que se llama la presencia de la Virgen. Porque la Virgen es una sola solo que va tomando un nombre en cada una de las apariciones. En Venezuela está la aparición de la Virgen de Coromoto y es también una aparición a un indígena como tal. Tú te pones a ver esas similitudes y eso que la Virgen ha tomado para ir llevando esas cápsulas de fe e ir dirigiendo a todo ese pueblo disperso de Dios, y que ha ido centrando y aglutinando en torno a la Iglesia de su Hijo Jesucristo. Yo pienso que eso es, en definitiva, lo que ha querido hacer la Virgen: mostrarnos a su Hijo y mostrarnos ese camino de salvación.

¿Cuáles son las diferencias quizás más llamativas entre una celebración en Latinoamérica y una aquí en España?

Las diferencias entre la celebración litúrgica en América y la celebración litúrgica en la Catedral de Granada quizás se lleve la solemnidad como es característica acá, en Granada. No es que nosotros no seamos solemnes sino que tenemos esa chispa latinoamericana, que muchas veces incluso hasta nos desborda o nos deja un poco más allá del límite de lo que debe ser el formalismo. Pero no sin antes tener ese respeto y esa devoción por todo lo que es de Dios y lo que representan sus enviados. Pero mira, va a ser el mismo ritual de Adviento como digo, lo único es esa presencia latinoamericana, esa alegría… Los cantos que si bien van a ser de Adviento, porque no podemos cambiar la liturgia, cantaremos ese Himno de la Guadalupana o la canción de La Morenita, en donde podemos estar en contacto con esa idiosincrasia, ese sentir latinoamericano y mexicano para la adoración de la Virgen. Sabemos que la Virgen de Guadalupe para el pueblo mexicano es algo muy significativo y ha sido también musa para la creación de muchas canciones y eso también es muy importante.

Ignacio Álvarez